Polonia lanzará esta semana una iniciativa conjunta con la Comisión Europea para rastrear a los niños ucranianos que han sido secuestrados y llevados a Rusia durante la guerra en curso en Ucrania, así como para “garantizar que los responsables sean llevados ante la justicia”.
El objetivo es “llamar la atención del mundo sobre este grave problema a través del altísimo nivel político de esta iniciativa, el nivel del presidente de la Comisión Europea y el primer ministro polaco”, dijo el sábado el ministro de Asuntos Europeos de Polonia, Szymon Szynkowski vel Sęk.
El plan incluirá “actividades de investigación para reunir pruebas específicas” de secuestros y “establecer un mecanismo que permita abordar el problema”. Más detalles se anunciarán a principios de esta semana, agregó el ministro.
Desde la invasión a gran escala de Ucrania por parte de Rusia hace un año, el Kremlin ha sido acusado por varias agencias internacionales de deportar por la fuerza a niños ucranianos a Rusia o territorios controlados por Rusia. La agencia de refugiados de la ONU, ACNUR, ha acusado a Moscú de ponerlos en adopción por familias rusas.
Si bien se desconoce el número exacto de niños llevados por la fuerza a Rusia y las estimaciones varían ampliamente, la asesora presidencial de Ucrania para los derechos del niño, Daria Herasymchuk, informó el mes pasado que casi 14.000 niños ucranianos han sido secuestrados.
A principios de este año, los ministros de Relaciones Exteriores de Alemania y Holanda condenaron a Rusia por lo que llamaron una política “cruel” e “inhumana” que está “destrozando familias”.
Hablando el sábado, Szynkowski vel Sęk advirtió que “no podemos cerrar los ojos ante este problema … El mundo occidental debe responder y debe reunir pruebas de estos crímenes y garantizar que los responsables de estos crímenes sean llevados ante la justicia”.
Señaló que los polacos tienen experiencia histórica en esta área y, “por lo tanto, nos sentimos particularmente conscientes de este tema y particularmente comprometidos a actuar en consecuencia”. Durante la Segunda Guerra Mundial, la Alemania nazi secuestró a decenas de miles de niños polacos étnicos y los entregó a familias alemanas para “germanizarlos”.
Desde las primeras etapas de la guerra, los funcionarios polacos, incluidos los oficiales de policía y los fiscales, han participado en la documentación e investigación de los crímenes de guerra rusos en Ucrania. Polonia fue uno de los 41 países que apoyaron los llamamientos para que la Corte Penal Internacional investigara posibles crímenes de guerra en Ucrania.